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Hoy Hirohima y Nagasaki, como cada 6 y 9 de Agosto durante los últimos 64 años, se esfuerzan en que el mundo entero siga recordando. Que así sea.
Las relaciones entre Japón y Occidente llevaban tensas mucho tiempo.
El tratado de Washington (1922) que enfurece a Japón, el embargo impuesto por EEUU y Gran Bretaña limitando el suministro de petróleo, la declaración de guerra del 5 de noviembre, el bombardeo de Pearl Harbour ... eslabones de una cadena que conducirá hasta el Proyecto Manhattan: USA, en colaboración con Reino Unido y Canadá acaban de fabricar la 1ª bomba atómica, dirigido por Oppenheimer. En Mayo se eligen los objetivos:Kioto, Hiroshima y Yokohama. Según una leyenda urbana, fue Stimson (secretario de Guerra de los EEUU) quien excluyó a Kioto de la lista por haber pasado allí su luna de miel.
Hiroshima era un importante centro industrial y militar, además, sus colinas ayudarían a focalizar la explosión causando un mayor daño.
16 de Julio de 1945, Los Alamos. Tras 3 años de investigación y un coste de 2 billones de dólares se pone a prueba la nueva bomba en el desierto de Nuevo México. La arena se derrite por efecto del calor y queda cristalizada.

Equivale a la explosión de 67 millones de cartuchos de dinamita. "Me he convertido en la muerte, en el destructor del mundo", las palabras de Oppenheimer no eran más que un presagio de la tragedia que estaba por llegar.
Oppenheimer, 1 agosto 1945
Si bien la guerra en Europa había concluido, continuaba aún en el Pacífico. La invasión supondría un coste excesivamente alto en lo que se refiere a pérdidas humanas (tanto de uno como de otro bando) de modo que se tomó la decisión de hacer uso de la nueva bomba. Por entonces Japón se estaba planteando negociar un acuerdo con Occidente para poner fin al conflicto pero el Ministro de Defensa abogaba por continuar la lucha. Mientras, la población (tanto militar como civil) se preparaban para la invasión que todos esperaban como algo inminente; se instruía incluso a las niñas en el ataque con lanzas de bambú y los soldados aprendían a atarse bombas al cuerpo y lanzarse bajo los carros de combate. Estaban dispuestos a morir por el emperador.
16 de Julio.
La declaración de Postdam (con Truman y el resto de líderes europeos al frente) ofrece un ultimatum al imperio japonés exigiendo a cambio una rendición incondicional de las Fuerzas Armadas. No hubo respuesta.
El uranio para la bomba, bautizada como Little Boy, fue transportado por mar durante 10 días hasta una isla al sur del Japón, a 6 horas de vuelo. Se puede conocer más acerca de la historia del buque Indianapolis en este post de
Blas .
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La isla era una gigantesca base aérea con más de 500 aviones B-29. Uno de ellos, el Enola Gay, pasaría pronto a la historia. Tibbets, su piloto, le bautizó con el nombre de su madre. Toda la tripulación recibió cápsulas de cianuro por si caían en manos del ejército nipon para salvaguardar el secreto del proyecto.
Tras 6 meses de bombardeo sobre Japón, Truman dió la orden de lanzar Little Boy sobre la ciudad de Hiroshima.
Lunes, 6 de Agosto de 1945.
Otro B-29 del escuadrón aéreo se adelanta para comprobar si la climatología es favorable (en días anteriores el cielo estuvo nublado), haciendo saltar las alarmas en Hiroshima. La población corre a resguardarse en los refugios antiaéreos. El avión se aleja y las calles recuperan su actividad. Nadie esperaba que un segundo avión, el Enola Gay, apareciese de nuevo minutos después.
A las 8.15 Little Boy se precipita hacia el vacío y explota 45 segundos después en el aire, a 580 m. del suelo desencadenando una reacción en cadena que libera una cantidad de energía hasta ahora desconocida. Un destello blanco dió paso a un calor abrasador (4000 ºC) que carbonizó y vaporizó miles de cuerpos instantaneamente y propagando radiación gamma capaz de atravesar muros y alcanzar las células.
Tibbets respiró aliviado: la misión había tenido éxito. Afirma que a pesar del número de personas que murieron muchas otras se salvaron en ambos bandos de padecer una larga y cruenta guerra.
Algunas de las personas que se encotraban cerca del epicentro sobrevivieron gracias a las estructuras de hormigón de algunos edificios construidos a prueba de terremotos. Los cristales rotos y cascotes se transformaron en metralla, malhiriendo a miles de personas. Se desencadenaron incendios por toda la ciudad ya que la mayoria de las casas eran de madera.
Eizo Namura fue uno de los supervivientes más cercanos al epicentro: a tan sólo 100 m. de distancia. Un milagro.
El recluta Shigeru Terasawa acudió junto con su unidad a socorrer a los supervivientes. El calor era sofocante y los heridos pedían agua. Algo que tenían prohibido: les provocaría la muerte a los quemados graves. Todos se arrastraban hacia los ríos y estanques. A los 30 min. empezó a llover: una lluvia formada por polvo, hollín y partículas radiactivas. Aquellos que abrieron la boca para beber contaminaron sus cuerpos.
9 de agosto.
Una 2ª bomba estaba preparada para la ciudad de Kokine pero al estar demasiado nublado se optó por lanzarla en Nagasaki, donde se encontraron con más nubes pero angustiados por la falta de carburante liberaron la bomba. Erraron en el blanco y Fat Man cayó en un valle, causando menos heridos que en Hiroshima.
El emperador y parte del gobierno eran partidarios de la rendición mientras que parte del Consejo de Guerra se oponía. Cuatro días después de la explosión varios soldados radicales intentaron un golpe de estado para evitar la rendición, pero fracasaron. Finalmente, el 15 de Agosto Japón anunciaba su rendición poniendo fin a la 2ª Guerra Mundial y dando paso a la ocupación del país por las Fuerzas Aliadas de los EEUU.
El general McArthur (al micrófono) anuncia el fin de la guerra mientras el ministro Shigemistu
firma la rendición, a bordo del USS Missouri
atracado en la bahía de Tokio. 1 septiembre 1945.
En los días siguientes muchos de los supervivientes comenzaron a morir por efecto de la radiación entre vómitos y tejidos necrosados. Ni siquiera los científicos de EEUU sospecharon que alcanzaría tal magnitud.
En medio del caos, la asombrosa historia de 3 "hibakusha", nombre que se dió a los supervivientes del bombardeo (hoy el Gobierno les concede ayudas económicas para tratamientos médicos y funerales).
Lo asombroso es que son "doble hibakusha".
Tsutomu Yamaguchi, Akira Iwanaga y Kuniyoshi Sato eran empleados de la Mitsubishi Heavy Industries, para la que diseñaban petroleros. En aquellos días estaban destinados en Hiroshima por trabajo.
A Yamaguchi la explosión le pilló camino del trabajo.
"Escuché un avión. Alcé la vista y de repente un enorme destello me cegó. Al abrir los ojos todo estaba oscuro pero al aclararse ví una enorme nube con forma de hongo ascendiendo hacia el cielo. Comencé a caminar y me crucé con 2 estudiantes que me advirtieron de mis heridas. No me había dado cuenta, pero tenía quemados los brazos y media cara. Costaba respirar, el aire era caliente".
Sus 2 colegas, que estaban en las oficinas, sólo recibieron cortes.
"No ví una sola lágrima, ni escuché un solo grito. La gente caminaba en silencio, algunos completamente desnudos. Vi cosas horribles."
Al día siguiente regresaron a su Nagasaki natal.
Consciente de que allí podían correr la misma suerte, Yamaguchi retiró los cristales de su casa y preparó un refugio para su familia.
Recién tratado de sus quemaduras se incorporó inmediatamente al trabajo, envuelto en vendas.
"Sólo se me veían la nariz, los ojos y los labios. Mi jefe se enfadó: no creyó mi historia. Le parecía imposible que una sola bomba pudiera destruir una ciudad; pensó que me había tratornado".
En ese momento vió un destello y supo lo que estaba a punto de suceder.
"La oficina entera se sacudió".
Sato estaba fuera junto al muelle explicando a dos colega lo ocurrido 3 días antes en Hiroshima cuando se dió cuenta de que la historia se volvía a repetir; se sumergió en el agua y escapó si ningún rasguño.
Hiroshima 1 mes después del bombardeo.
1 septiembre 1945.
La población usa mascarillas para paliar los olores.1 septiembre 1945.
Hoy Yamaguchi, a sus 93 años, no puede reprimir las lágrimas al recordar a su hijo. Falleció en febrero del 2005 a los 59 años, víctima del cáncer.
El 20% de los fallecidos murieron por los efectos de la radiación a lo largo de los meses y años posteriores y a día de hoy se contabilizan más de 500 muertes por leucemia y otros tipos de cáncer.
70.000 personas (aproximadamente) fallecieron a causa de la explosión en Hiroshima, cifra que ascendió a 100.000 a finales de 1945 al sumarle a los heridos que no lograron sobrevivir (se estima que en aquellos días la población rondaba los 450.000). Fat Man se cobró 40.000 víctimas en Nagasaki y 60.000 heridos.
La BBC emitió un interesantísimo
documental titulado HIROSHIMA que recomiendo (que también se puede localizar traducido al castellano).
Hoy en el río de Hiroshima miles de farolillos iluminados honrarán a las víctimas para que nunca se olvide.
Para que nunca se repita.
Fotografías: Getty Images, Time &Life Pictures.