sábado, 30 de octubre de 2010

CABÁRCENO

Dejamos atrás Asturias y tomamos la preciosa autovía del Cantábrico.
Mires donde mires, sólo verde.

Llegados a Cantabria tomamos la salida al Parque de la Naturaleza de Cabárceno.
Por fin. Hace unos 10 años de mi primera visita relámpago: en aquella ocasión tuvimos que recorrerlo en poco más media hora por falta de tiempo; afortunadamente hoy tenemos todo el día por delante.

Éste es (para mi gusto) el mejor zoológico de España. No sólo por la belleza del paisaje sino porque los animales viven en semilibertad en un entorno incomparable a lo largo de las 750 hectáreas de la que fue una antigua explotación minera de hierro romana.
Juzgad por vosotros mismos:

Acoge más de 112 especies animales y en algunos recintos conviven varias de ellas.
Recorren el recinto una red (de unos 20 km) de carreteras que pemiten un cómodo acceso, con zonas de aparcamiento junto a cada recinto, así como senderos para realizar la visita a pie y rutas botánicas (por ello no es considerado como un zoológico sino como un Parque de la Naturaleza).
Incluso organizan fiestas de cumpleaños (no puedo imaginar un lugar mejor; quién tuviera de nuevo 8 años!!).
Nada más llegar coincidimos con la demostración de los leones marinos: se meten al público en el bolsillo.
Una pausa para la comida y cruzamos al edificio de enfrente.
El reptilario (al contrario de lo esperado) resultó ser muy interesante. Pensé que sería la zona del parque que menos me iba a gustar y resultó impactante poder contemplar a las cobras a escasos centímetros de mi cara observando sus colores, sus lenguas bífidas, la forma de sus escamas, ... amparada por la seguridad del cristal :)
Esqueletos de serpientes y cráneos de cocodrilos, tortugas,... decenas de especies de serpientes, un enorme lagarto (no, no era un dragón de Komodo pero parecían primos hermanos), iguanas,...

y una curiosa vitrina donde se mostraba, gracias a la reproducción de un brazo humano, los efectos de la mordedura de una serpiente venenosa (impresionantes las ampollas y el tejido necrosado).
En el corazón del parque hay un enorme recinto donde conviven en perfecta armonía las curiosas avestruces (era ver una cámara y plantarse delante ipso facto; ¿no os encantan esas enormes pestañas?)

con elands y jirafas (ésta pobre tuvo que espatarrarse para alcanzar lo-que-fuera-que-estuviera buscando-en-el-suelo)














Otra zona aparentemente insignificante pero que escondía algunas curiosidades: la granja.
Como los puerco espines (afortunadamente había uno con mal genio, lo que nos permitió fotografiarle en plena expansión "espinal") o el simpático suricata que parece siempre dispuesto a posar para la foto, en plena labor de vigilante. ¿No es encantador?

O el aviario y la interesantísima demostración de vuelo. Si ya me gustó la del Zoo de Madrid (en contra de lo esperado) ésta es incluso mejor, porque en este caso algunas pasan a un metro del espectador. Increíbles los vuelos cruzados de los milanos y la demostración de aves rapaces.
(Pinchar las imágenes para ampliar).























La ventaja del Parque es que a muchas especies las puedes ver a escasos centímetros e incluso tocarlas:
mientras que a otras sólo se las aprecia a golpe de zoom; eso sin contar con que en épocas de mucho calor todos andarán medio escondidos en sus madrigueras o entre la vegetación (lo mismo si llueve).
Otro lujo: el recinto de los primates. En la parte interna tienen una zona de juegos inmensa donde se les puede ver tras los cristales. Ni me lo creí cuando pude ver al gorila (sentado de espaldas, no se puede tener todo) a 50 cm de mi cara. Impresionante espalda y tremenda cabeza. Hubiera podido tocarlo extendiendo la mano.
Y en la otra punta, los papiones cotillas. Fue vernos llegar y subir en comitiva.
En resumen, unas cuatro horas y pico que se nos hicieron cortas y nos dejaron ganas de más, sobretodo porque las carreteras son un poco caóticas, de sentido único y no siempre puedes ir por donde quieres así que acabas perdiéndote algún recinto si te despistas.
Lo mejor, que volví a sentirme de nuevo como a mis 10 años.

domingo, 24 de octubre de 2010

DE LEÓN A LA VERDE ASTURIAS

Tercera jornada.
Imposible visitar Astorga y León (nos esperan a comer en Oviedo), así que optamos por la primera.

La antigua capital de la tribu de los astures se asentaba en las proximidades del Monte Teleno; un "goloso" asentamiento, como ya intuyeron los romanos, que montaron su campamento para la Legio X Gemina (dirigida por el propio emperador Cesar Octavio Augusto durante las Guerras Cántabras) con el fin de controlar los yacimientos mineros de la zona y organizar las rutas del oro extraído en Las Médulas.
El castro fue rebautizado en honor al César como Asturica Augusta pero tras la caída del Imperio comenzó su decadencia, siendo atacada por los visigodos (s. V) y por los árabes (s. VIII) hasta que el rey de Asturias Ordoño I lo repuebla con familias del Bierzo.

El descubrimiento de la tumba del apóstol Santiago le sitúa en pleno corazón del Camino de Santiago dando pie a un resurgimiento: reconstrucciones, costrucción de hospitales para peregrinos y asentamiento de la Sede Episcopal. Sin embargo, en la Edad Media Ponferrada y León comenzarían a robarle el protagonismo.

La visita a la Catedral incluye la entrada al Museo Catedralicio de 1954 donde se muestra una valiosa colección de cerca de 600 obras de arte litúrgico (óleos y tablas, cruces procesionales, cálices, facístoles, arcones románicos, casullas, calzado y tocados religiosos, etc...) . No es mi rama favorita, pero he de reconocer que me gustó mucho y destacaría en especial la colección de vírgenes románicas y los facsímiles de los Libros de Horas. Una visita a la velocidad del sonido pero que hubiera merecido más tiempo sin duda.

La Catedral comenzó a construirse en el s. XV y fué finalizada en el s. XVIII (por ello reúne varios estilos arquitectónicos: gótico florido español, barroco, neoclásico...). Precioso el retablo y los arbotantes y relieves de la fachada, las bóvedas de crucería, impresionante el coro y sus 97 sitiales de nogal y unas estupendas vidrieras.



Tiene el título de Apostólica por la cercanía de su fundación a la predicación de los Apóstoles (en una carta de S. Cipriano, obispo de Cartago, aparece ya organizada en el s. III, así que debe de ser algo anterior). La actual se inició en 1471 como ampliación de la románica anterior.

Compramos entrada combinada con el famoso Palacio Episcopal (rebautizado por J.L. como el "Exin Castillos"). Visita que llevaba años esperando. Es uno de los pocos edificios de Gaudí que se encuentran fuera de Cataluña (ya sólo me falta por conocer la Casa Botines, pues visité el Capricho de Comillas hace años) y actualmente es la sede del Museo de los Caminos (expone esculturas, óleos sobre tabla, orfebrería y otros objetos jacobeos).
La residencia episcopal sufrió un incendio en 1886 por lo que el entonces obispo de Astorga , Juan Bautista Grau, solicitó la construcción de un nuevo palacio en 1889 a su paisano Antonio Gaudí, quien dirigió las obras durante 4 años. Lo planificó como una conjunción de templo, palacio y castillo.
Por desavenencias con la Junta Diocesana, Gaudí dimite con el proyecto a medio terminar, siendo rematado lo más digamente posible por el arquitecto García Guereta en 1913, tras diez años de paralización. En realidad, nunca llegó a cumplir su función de sede episcopal porque lo encontraron demasiado ostentoso y poco funcional.


Incomprensiblemente, estaba prohibido fotografiar el interior del Museo. Postura que nunca he llegado a comprender. Me parece lógico respetar obras de arte que pueden verse dañadas por efecto de los flashes, pero no entiendo que se impida fotografiar una sala. Supongo que metiendo todo en el mismo saco se ahorran desvelos.
Estas fotos no son mías, que yo soy muy obediente y no saco fotos donde no debo ni robo castañas a la diputación :)



Raudos y veloces emprendemos viaje hacia Oviedo para visitar a mi prima.
Tras dejar las maletas en el hotel salimos a dar una vuelta por el centro de la ciudad: el teatro Campoamor, la Catedral (por supuesto, cerrada, que ya viene siendo una costumbre), etc... y nosotros sin mi cámara de fotos (no contábamos con el paseo). Por fin llega la hora de comer (sin desayunar por ganar tiempo: un bollo a media mañana consoló nuestros estómagos) y atacamos con saña los quesos asturianos, la fabada y las carnes de Tierra Astur. Cuesta levantarse de la silla después de tremendas raciones de pitanza.
Y cerramos la visita con Santa María del Naranco (la foto es prestada de internet), una preciosa iglesia prerománica (que originalmente fue el palacio de Ramiro I) a tan sólo 100 m de la iglesia de S. Miguel de Lillo (de la misma época).
Su derrumbamiento motivó el cambio y con la reconstrucción en el s. XII fue transformada en iglesia.
Por cierto, los 3 arcos de la fachada oriental son la imagen de la campaña turística "Asturias, Paraíso Natural".

miércoles, 20 de octubre de 2010

EL BIERZO LEONES

Martes, 12 octubre.
Ponemos rumbo a Las Médulas.
Afortunadamente el cielo está despejado, porque hoy toca caminata.
Siempre me ha llamado la atención la técnica tan "bestia" que los romanos emplearon en esta explotación minera: ruina montium, o lo que viene a ser lo mismo, derrumbar montañas. Ahí es nada.
En internet hay información detallada al respecto, así que no me enrrollaré con tecnicismos. Simplemente comentar por encima y a grandes rasgos cómo fue la intervención.

A lo largo de los años, los romanos excavaron numerosas galerías en el interior de las montañas y construyeron depósitos de agua. Una vez terminadas las labores de excavación, se dejaba pasar el agua a través de ellas y la presión generada provocaba el derrumbamiento de los montes. Las aguas eran encauzadas hasta zonas de lavado, donde se recuperaba el objeto de sus deseos: el oro. Lo que viene a demostrar lo grandes ingenieros que eran los romanos, ... y tremendamete ambiciosos.
El resultado de aquellos trabajos mineros y de la erosión posterior a lo largo de los siglos, es éste:

Impresionante. Aunque debo decir que las fotos engañan y la extensión no es tan grande como yo esperaba.
Esto explica el asentamiento de las legiones romanas en la región, enviadas por el emperador para mantener el orden y evitar expolios :)

Y comenzamos nuestro paseo por las rutas habilitadas. Visto que ya no quedaba ni un gramo de oro me dediqué a "expoliar" los cientos de castaños que encontré por el camino. Castañas hermosas, brillantes y grandes. Muchos eran los visitantes que llenaban sus bolsillos. Hasta que apareció una buena mujer y nos dijo que si no éramos los dueños no podíamos recogerlas: "son de la diputación". Ni qué decir que la frasecita de marras fue motivo de chascarrillo durante los restantes días del viaje.
La paisana, acompañada de su fornido vástago, portaba tremennnndo cubo de plástico que iban llenando convenientemente de los preciados frutos.
(Hay que explicar que en el pueblo, junto a la entrada del Patrimonio de la Humanidad, varias abuelillas vendían castañas a los visitantes).

Por supuesto, una vez lejos de su vista, continué mi expolio. Que para morro suyo, morro mío.
Con permiso de la diputación.

De regreso, por la tarde aprovechamos para dar una vueltecilla por Ponferrada. La aldea nació en torno a un puente de hierro ("pons ferrata") construido para facilitar el paso de los peregrinos sobre el río Sil.
Sobre una colina donde confluyen el Sil y el Boeza se alza la Fortaleza Templaria (o Castillo de los Templarios) del s. XII, un precioso edificio que prometía una interesante visita, pero en nuestra contra jugó la fiesta nacional: cerrado por la tarde. Una lástima, porque esa mañana la entrada fue gratuita.


Así que hubo que conformarse con fotografiar el exterior.

Por supuesto, la Catedral también estaba cerrada (empiezo a sospechar que seré incapaz de
visitar ni una sola iglesia durante el viaje).


Lo mismito que el precioso Museo de la Radio, en honor a Luis del Olmo.

Lo que nos faltaba después de una tarde "movidita". Porque previamente, en el camino de regreso, nos desviamos a conocer un precioso pueblo que un "querido" amigo nos recomendó; aunque ahora sospecho que no nos quiere tanto como pretende hacernos creer : )
La carretera hasta Peñalba de Santiago es de esas que provocan infarto de miocardio. Uno de esos trayectos que sobre el mapa parecen cortos pero que sobre el terreno se hacen in-ter-mi-na-bles.
Una carretera de ¿doble? sentido, estrecha y mal asfaltada, que te obliga a pegarte, bien a la pared, bien al barranco (según te toque) cuando te encuentras con un coche de frente (afortunadamente para nosotros, pocos en esta època del año; no quiero ni imaginarla en pleno verano). Y sin un puñetero pretil. ¿Qué problema tiene este país con los pretiles en las carreteras de montaña?
Sobra decir que si hubiéramos encontrado un solo resquicio suficientemente ancho para dar media vuelta ¡lo hubiéramos aprovechado! Pero no. La única posibilidad es llegar hasta el final.
Sí o sí.
He de decir que después de llegar hasta allí, al menos el pueblo merece la pena:
Precioso, la verdad. Y muy bien conservado.
Pero no se disfruta la visita en absoluto porque te come la angustia sólo de pensar que ¡¡tienes que deshacer el camino!! Menos mal que la vuelta siempre se hace más corta.
Así que salimos de allí como alma que lleva el diablo.
La próxima vez me llevaré un Trankimazin para el camino.
O mejor me espero a que construyan un helipuerto.

domingo, 17 de octubre de 2010

MENUDA BIENVENIDA

LUNES, 11 OCTUBRE.

Tras constantes cambios de destino y con el trabajo a punto de dar al traste con las fechas del viaje, por fin se atisba la comarca de El Bierzo leonés al final del "camino".

Primera parada: Molinaseca.
A 7 km de Ponferrada y en pleno paso del Camino de Santiago, encajado en los montes, se ubica este poblado del s. XI. Su nombre proviene de los molinos construídos junto al río (los antiguos escritos hablan de 7, aunque hoy no queda ni uno).
Su iglesia renacentista de S. Nicolás alberga 2 imágenes de la virgen, una gótica y otra románica.
La villa contó con 2 hospitales, uno en el centro y otro en las afueras (donde se atendía a los peregrinos aquejados de enfermedades contagiosas, como la lepra).
Al otro lado del río, el santuario de la Virgen de las Angustias (conocida en la comarca como La Preciosa); los devotos peregrinos arrancaban las astillas de la puerta como recuerdo, de modo que hubo que forrarla con planchas de hierro.

Llegamos al hotel rural De Floriana.
Al salir del coche nos recibe el inconfundible olor a leña quemada de los pueblos de montaña.
En recepción nos espera una sorpresa: un up-grade. Nos han cambiado a la Jr Suite respetándonos el precio de la doble. Bienvenidos a la cadena Rusticae.

El dormitorio es muy amplio. Cama king-size, techo abuhardillado (lástima no tener un balcón con vistas al monte, pero dadas las circunstancias no me importa en absoluto), pantalla plana frente a la cama, bañera con hidromasaje y un saloncito con minibar, sillones, sofá y 2ª pantalla plana.
Esto es desconectar. Desde luego, el comienzo del viaje no podía estar mejor.

Sólo una pega; los suelos de madera no son nada discretos. Crujen una barbaridad. Menos mal que estamos en la planta superior y no sufriremos las pisadas de ningún huésped, pero por más cuidado que tenga, los de debajo sí que van a sufrir las mías. Un fallo grande para un hotel de esta categoría, la verdad.


Germán pide siesta. El estrés semanal y las 5 horas de viaje le han pasado factura.
Aprovecho para dar una vuelta por el jardín. No es muy grande pero sí acogedor, aunque el castaño del fondo es muy traicionero y mientras sacos unas fotos escucho el golpe seco de dos enormes "erizos" al estrellarse contra el césped.
La temperatura es estupenda (en contra de lo esperado para estas fechas).
La Calle Real es la vía que lo atraviesa y está salpicada de casonas de piedra con balcones de madera; escudos blasonados, mesones, tabernas y casas rurales se suceden hasta llegar al puente romano.
La iglesia, como siempre, está cerrada, así que me quedo con ganas de ver las 2 tallas de la virgen.
Comienza a refrescar; es hora de volver al hotel.

Cenamos en el restaurante del hotel. Es difícil elegir entre las opciones del menú porque todo suena estupendamente. Y SABE estupendamente.
Me decanto por un revuelto de morcilla con pimientos y crujiente de cecina, una merluza sobre pisto de verduritas y vieiras salteadas y un arroz con leche con textura de canela. Y el vino blanco que nos sirven está buenísimo (Godella, Vega Montán, Bodegas Adriá). Habrá que buscarlo cuando estemos en Madrid.
Me muero por hacer fotos pero Germán no me deja (le da vergüenza ajena), aunque al menos consigo que me deje fotografiar su postre para el Wonka.
Si mañana todo sale la mitad de bien que hoy ya me doy por satisfecha.

jueves, 14 de octubre de 2010

LA FOTO DE LA SEMANA

Decir que somos clavaditos a los primates es una obviedad, sobre todo después de contemplar la siguiente fotografía:

El pasado mes de agosto, en el zoo de San Francisco, una consola Nintendo que cayó de las manos de uno de los niños que visitaban el recinto fue a parar a manos de Bawang, una hembra gorila. Pero parece ser que no fue la única en demostrar interés por la tecnología :))))))))

El pequeño Hansai parece decir: ¡¡ahora me toca a mí, que tú ya has jugado bastante!!

martes, 12 de octubre de 2010

ENGAÑANDO A LA NESPRESSO

Pues ... ¡ha colado!
Hace unas semanas que encontramos unas cápsulas que sirven para rellenar con tu café molido preferido y adaptables a las nuevas cafeteras Nespresso, Siemens...
Estaba deseando probarlas con el café que me trajo mi primo de Costa Rica (con chocolate y vainilla).
Tan sólo hay que rellenarlas hasta el borde...

despegar la anilla de papel y colocar encima la tapita de aluminio, fijándola bien con la uña para que quede bien pegadita y ... voi lá!!

A meterla en la cafetera y disfrutar de un café rico-rico.




domingo, 10 de octubre de 2010

LA EVOLUCIÓN DE LAS KATIUSKAS

Quién nos iba a decir con 7 años, que de adultas acabaríamos calzando unas Katiuskas y pagando incluso precios astronómicos por ellas.
Si hace unos días Blas se agobiaba por las lluvias interminables, desde aquí le ofrezco una solución: ahora es posible ir al trabajo divina-de-la-muerte con unas botas de agua. Y si no que se lo pregunten a Valentino:
que incluso ha diseñado bolso a juego para este otro modelito:


Para las más atrevidas, Chloé propone estampado de leopardo-pijo:

y Furla nos llena las piernas de estampados de cuentos infantiles ("sólo" cuestan 285 €):


aunque nada comparado con la versatilidad de las de Gioseppo, que casarán de maravilla sea cual sea el color de nuestro vestuario:








Ahora no habrá excusa para no meterse en todos los charcos del camino. ¿Acaso no lo estábais deseando? :))))