lunes, 26 de octubre de 2009

RECOGIENDO PREMIOS

Agradezco a Lo que dice Candela y a Blas sin Epi los dos premios que me concedieron la semana pasada. Me hace ilusión que les gusten mis "apuntes" y se pasen por aquí con asiduidad a leer mis tonterias. Al fin y al cabo la meta de un blog abierto al público es compartir todas esas inquietudes.
Así que paso cumplir con las reglas del premio Kreative Blogger:

1. He agradecido a las personas que me lo han concedido.
2. He colgado el logo
3. He enlazado sus blogs (que merecen la pena una visita... detrás de otra, doy fe)
4. No he nominado a 7 bloggers creativos (explicación más adelante)
5. Por tanto no he enlazado sus blogs
6. Ni les he avisado por medio de mensaje
7. Y paso a revelar 7 cosas sobre mí que mis lectores desconocen:
- estudié acordeón durante 1o años
- no tengo carnet de conducir
- perdí una amiga porque me empezaba a saturar su creciente pedantería
- soy tremendamente tímida (me entreno con ahínco cada día pero cuesta un huevo)
- nunca me he fumado un pitillo; me quedé en la primera calada y mi interés desapareció enese mismo instante
- soy incapaz de salir a la calle sin base de maquillaje (para tapar esos defectillos; bueno, si es sólo para acercarme a por el pan, vale)
- estudié 2 años de alemán pero se me borró el disco duro;ahora no paso del "Wie heibst du?"
(vale, ya sé que no se escribe así pero ¿de dónde saco la "b" con rabito yo ahora?)



Y después de este tremendo esfuerzo mental (y parecía fácil sacar 7 secretillos...), vamos a por el segundo premio.

Las reglas de "J'adore ton blog":

1- publicar las reglas
2- poner en tela de juicio las reglas y terminar haciendo lo que quiera
3- entregarlo a las personas que se lo merecen según mi criterio
4 - informar al/los interesados
5 - escribir 5 cosas que me gusten (mira tú por dónde, esta lista es mucho más fácil de hacer):

* el queso (en todas sus vertientes, colores, texturas y por supuesto, olores)
* el cine (de todo tipo)
* las manualidades (aunque hace años que no practico; bueno, mentira, este verano hice unascosillas que tenía aparcadas desde hace 8 años; tengo el post pendiente)
* los zapatos y los bolsos (aunque luego me frene a la hora de comprar, anda que si dierarienda suelta a mis instintos consumistas...)
* viajar

Bueno, pues incumplo las reglas de concesión de los premios a otros tantos blogs porque como siempre, llego tarde. En primer lugar no me apetece nada de nada seguir el rastro de quién lo tiene (si-le, no-le) y dárselo al/los que queden porque parecería como si les diera las sobras "por descarte" y ninguno se lo merece; y en segundo lugar, porque todos aquellos que tengo enlazados en la columna de la izquierda me son igualmente imprescindibles. Cada uno en su estilo me entretiene y me enseña cosas nuevas, me hace reir o me sorprende.

Y para terminar tengo una cuenta pendiente con Mi mundo de papel ; Chema, que tuvo el detalle de concederme el premio Pura Luz, debe pensar que soy una malqueda porque todavía no lo había recogido.Ya se sabe, con las vacaciones de verano uno se despista con facilidad. Y haciendo gala de mi herencia materna y sus refranes, más vale tarde que nunca y como es de bien nacido ser agradecido... ¡¡Chema!! mil gracias y perdón por la tardanza. No pienses que pasé, sino que se me pasó. Agradezco muchísimo que te acordaras de mí, así que ya queda incorporado.

domingo, 18 de octubre de 2009

90 AÑOS DE METRO

El metro de Madrid fue inaugurado el 17 de octubre de 1919; asistía al evento el mismísimo Alfonso XIII, aunque no sería abierta al público hasta el 31 de octubre. Un proyecto en el que no creían demasiado las autoridades y que vió la luz gracias al apoyo económico del Banco de Vizcaya (que aportó 4 mill.) y del propio rey (con 1 millón que convenció a los más reticentes, demostrando su confianza en el proyecto).

En su primera jornada fue utilizado por 56.200 usuarios, encantados al comprobar que se reducía en más de la mitad el mismo trayecto que hasta entonces realizaban en tranvía.
Fue el 5º del mundo y su primera línea contaba con 8 estaciones que comunicaban en 10 minutos Sol con Cuatro Caminos (que en aquella época formaba parte del extrarradio). El modesto barrio se lanzó a la calle para festejar y se engalanaron los balcones para la ocasión.
Casi 4 km de distancia que contrastan con los más de 284 km. de hoy en día y sus 294 estaciones. Y suma y sigue.
Aquellos primeros convoys circulaban a 25 km por hora y las primeras estaciones se decoraron con artesonados de madera.


90 años dan para muchas anécdotas. Resulta curioso descubrir que el personal que despachaba los billetes en los primeros años de su andadura era eminentemente femenino y preferentemente solteras. Según cuenta una de aquellas revisoras, en invierno empleaban hornillos (que estaban prohibidos) pues se pasaba mucho frío en los túneles, especialmente al cruzarse con otro convoy. El precio del billete rondaba los 20 céntimos (equivalente al precio de 1 litro de leche) y el perfil de la clientela era eminentemente obrera.

Poco a poco van surgiendo las mejoras; en 1924 se crea el primer billete de ida y vuelta y se multiplica la longitud de la Red por cuatro y en 1931 aparece el primer expendedor automático de billetes.

Durante la Guerra Civil surgieron problemas sanitarios e higiénicos, pues se convirtió en el hogar de muchos madrileños y sus estaciones se llenaban de asustados ciudadanos en busca de refugio durante los bombardeos. Durante la contienda, la línea entre Goya y Diego de León fue clausurada y se utilizó como arsenal de guerra, siendo testigo de una fuerte explosión el 10 de enero de 1938, con resultado de numerosas víctimas.
La llegada del ejército nacional a la capital en marzo del 39 supuso el despido de todo el personal de ideología socialista y comunista, así como el cambio de nombre de numerosas estaciones.

Si alguien pensó que los ascensores del metropolitano son un invento moderno se sorprenderá al saber que ya existían en los años 20. En la antigua estación de Red de S. Luis (hoy, Gran Vía) se instaló un templete con una vistosa marquesina de hierro y cristal para acceder al ascensor (similar a otra instalada en la Puerta del Sol). Si bien el descenso hasta los andenes era gratuito, se debían pagar 5 céntimos para subir a la superficie. En 1971 fue desmantelada y se trasladó al pueblo del arquitecto (Antonio Palacios), O Porriño.

En los años 60 se trabajaba con mulas de carga que bajaban a los túneles en montacargas para "agilizar" la extracción de los escombros. Los túneles se apuntalaban con madera y se revestían de ladrillo hasta que en 1969 fueron sustituídos por el hormigón y el acero. Mucho ha llovido desde entonces hasta las modernas tuneladoras.
A finales de los años 70 surgen los problemas financieros; la empresa está al borde de la bancarrota y el descuido y abandono de las instalaciones se hacen cada vez más patentes. Es entonces cuando interviene el Estado para iniciar la desprivatización e impulsar una reforma integral que se ha mantenido más o menos constante hasta nuestros días. Muchas de sus recientes mejoras han sido adaptadas a los suburbanos de otros países, que buscan un referente que le ha hecho merecedor del interés internacional.


En una de las ampliaciones acometidas hace años, se aisló una estación que pasó a convertirse en "fantasma": la antigua estación de Chamberí, que cayó en desuso; se rumorea que desde el túnel, apretando la nariz contra los cristales, se podía ver de pasada.
La Compañía decide en los años 60 aumentar la longitud de los trenes y al no poder alargar esta estación, decide clausurarla. Gracias a ello se ha mantenido intacta durante este tiempo y afortunadamente se decidió recuperarla recientemente; desde marzo del 2008 es una estación-museo donde se puede apreciar el "sello" de Antonio Palacios (que tan magníficas obras civiles sembró por la ciudad) en sus azulejos blancos biselados, el lucernario, los azulejos sevillanos que remarcaban los carteles publicitarios (conservados en perfecto estado)...

A continuación, la nota informativa de la inauguración. (Si pincháis en la imagen se amplifica).

Hoy vamos a la cabeza en nº de ascensores (458, por delante de los 196 de N. York) y de escaleras mecánicas. Así que por mucho que nos quejemos los madrileños (algo que nos encanta) es de justicia reconocer que tenemos uno de los mejores metros del mundo. Mejorable, quizás, pero ¿acaso existe la perfección?

miércoles, 7 de octubre de 2009

YO QUIERO UNO ASÍ DE SALAO

Hoy he recibido este video por e-mail y si me aseguraran que me iba a salir así, ahora mismo firmaba el contrato de maternidad :)