Por fin el viernes ha llegado mi 2ª parte de vacaciones y hay que aprovechar el tiempo.
Para empezar, una visita al
Nómada Market: un mercadillo en un viejo edificio en desuso de la calle Atocha. Allí se darán cita a lo largo del fin de semana jóvenes artesanos y diseñadores que encuentran de este modo una forma de dar a conocer sus trabajos, al tiempo que amenizan al visitante con algún taller artesanal y sorteos. La feria suele repetirse cada 2 o 3 meses.

La entrada cuesta 1 € y es válida para los 3 días. Bisutería, ropa, ilustraciones, bolsos... es raro salir de allí sin "picar". Y yo piqué, cómo no. Porque sabía que
Estherimenta estaría allí y estaba decida a llevarme alguna de sus caprichos.

Un precioso broche de su Mª Antonieta, a falta del collar (algo más grande) que ya no elabora (agradezco el detalle que tuvo: como el broche es chiquito, me regaló la postal para poder disfrutar de la ilustración). Huelga decir que lo estrené en cuanto salí por la puerta. Y de paso compré unos marcapáginas para futuros regalos. Si os pasáis por su página web veréis las maravillosas ilustraciones que dibuja.

Me encanta pasear por Madrid y aprovechar su oferta cultural, comercial, gastronómica... Aunque a veces no hace falta ni tan siquiera buscar; a la vuelta de una esquina siempre aguarda algún nuevo descubrimiento y uno se topa con curiosidades como ésta:

¿un
Banksy en Madrid??!! ¿o un discípulo, quizás? Habrá que investigar... El caso es que me hizo ilusión encontrarlo.
Y de allí hasta el barrio de Malasaña, a otra visita que tenía pendiente desde hace meses:
Happy Day. Un pequeño y coqueto local donde comprar los famosos
cupcakes y muffins que tan de moda se están poniendo últimamente.

Tienen una sola mesita (y por tanto, casi siempre ocupada) para tomar algo in situ relajadamente y una decoración realmente llamativa.

Bagels, perritos, tartas enteras o en porciones, bizcochos, cookies, dulces anglosajones,... un paraíso para los golosos.

El "packaging" también es un detalle que cuidan. Uno de esos tontos detalles que a muchos nos encantan.

Compré 2 cupcakes y 2 muffins. Esponjosos y muy buenos, excepto el de limón ( a la derecha) cuya cobertura me resultó excesivamente empalagosa y la masa ligeramente seca.

Y unas riquísimas galletas americanas rellenas de chocolate y con un bizcocho tremendamente ligero.

De vuelta al metro se imponía un alto en el camino y una urgente rehidratación. Y me encontré con un nuevo local que parecía reunir los requisitos.
"
La cocina de mi vecina" es un pequeño local en el 15 de la Corredera Alta de San Pablo, un lugar estupendo para una comida rápida (ensaladas, pizza, pasta... y unos panes con una pinta estupenda)

o para disfrutar de una agradable merienda con un zumo, café y una porción de tarta o muffins caseros, con una música agradable que permite conversar sin problemas.
Una decoración minimalista, moderna, con 2 mesas más una inmensa mesa comunal para compartir y atendido por 2 simpatiquísimos chicos que te hacen sentir como en casa.
5 comentarios:
¡Qué envidia de paseo y de poder comerte todo eso que nos muestras!
¿Cuándo te vas a lanzar con el fondant?
Bsss
Cloti
Me encanta todo todo todo, pero acabo de tener un flechazo con los marcapáginas. Me voy a la web, a ver si me hago con alguno para mi colección. Besitos!!
Un paseo delicioso en todos los sentidos
¡¡Sigue haciendo posts de este tipo, eh!! Que tengo mucho por descubrir :)
Tiene muy buena pinta todo.
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