miércoles, 15 de agosto de 2012

AISLADOS

Un pequeño cambio de tercio para no saturar con los posts de mis vacaciones en Florencia...
Si pensamos en la raíz del vocablo, nos hundimos en su verdadero significado: una isla. Mientras medio mundo disfruta de sus vacaciones y el otro medio se resigna a prescindir de ellas, quien más y quien menos seguramente habrá fantaseado alguna vez con la posibilidad de "perderse" lejos del mundanal ruido y disfrutar de una calma total perdidos en alguna isla paradisíaca.
Y eso es lo que precisamente ofrece la empresa Vladi: alquileres de islas que, por desgracia, sólo están al alcance de los bolsillos más abultados. Aunque existe algún ejemplar que, por su cercanía, y si tenemos la fortuna de convencer a una decena de amigos dispuestos a darse un capricho, nos permitiría repartir gastos y sentirnos como pequeños Rockefeller por una semana.

Como isla del Burguillo en Ávila, donde por 2800 € semanales (equipada para 10 personas) se puede desconectar en 8000  m2.

Aunque podemos elegir enclaves en casi cualquir parte del mundo.
De cuento parece la casita de la Île de Chantemesle en el Sena, a 30 millas de París. Por unos 5500-8000 € semanales (según temporada) y espacio garantizado para 12 personas, nos permite disfrutar de frondosas zonas verdes a lo largo de 25 acres y de dos pequeñas villas, así como de su cancha de tenis, su piscina y sus paseos en barca. Y si nos resulta claustrofóbico, siempre podremos hacer excursiones por los pueblos de los alrededores.

Y ya puestos, no estaría mal viajar hasta una isla con una casita en Canadá, como dice la canción.

Y para los más pudientes, hay infinidad de islas en venta.
¿Alguien sabe si esta semana hay bote del Euromillones?

2 comentarios:

Myriam dijo...

Gracias por crearme unas necesidades que no tenía antes :)

Mi hermana acaba de llegar de una isla, cerca de Singapur, donde la gracia está en ir a un "back to basics", y sólo tienen 4 horas de electricidad al día, etc. Ha vuelto horrorizada, jajajaja... Mucho mejor tus opciones :)

anele dijo...

Sí, yo también tengo una necesidad nueva: quiero unas vacaciones en esa isla de Francia, con una tumbona en ese jardín, un tinto de verano y un buen libro, mientras escucho... nada!!!!!