domingo, 30 de agosto de 2009

FOTOS, PLAYAS Y UN COCIDO MADRILEÑO

El pasado viernes, después de saborear unos canelones de boletus que me supieron a gloria bendita en el Friends Tavern de Pradillo 30 (recomiendo a quien se acerque al Registro Civil que se pase por esta taberna irlandesa: buena comida, original decoración y excelente servicio) nos fuimos a ver la exposición de fotografías de Annie Leibovitz. Dicen que a la tercera va la vencida; al menos esta vez sí se cumplió ( por fin sin las colas de las 2 últimas veces).

La muestra combina cerca de 200 fotografías personales y profesionales de los últimos 15 años. Fotografías que hablan de la vida y de la muerte. Admiro su valentía a la hora de exponer las fotos de su pareja (la escritora Susan Sontag) y su padre en el lecho de muerte; algo que considero demasiado íntimo y doloroso para exponerlo a los ojos del público.
























Cambio de tercio. El sábado nos esperaba El Prado y su "atestada" exposición de Joaquín Sorolla. Ya no había entradas para el sábado ni el domingo (menos mal que las compramos con antelación) y las colas siguen siendo interminables para hacerse con un hueco en los últimos días. Ante la constante demanda creo que han ampliado fechas, igual que con la de Leibovitz.
Si bien Sorolla nunca estuvo entre mis pintores favoritos acepté la propuesta para concederle el beneficio de la duda; reconozco haber hecho las paces con él.
Básicamente conocía sus escenas de playa (que,
repito, nunca llegaron a gustarme en exceso) pero descubrí otras facetas del pintor que me hicieron
disfrutar muchísimo de la visita.
Excelente retratista
y gran pintor costumbrista, me encantó su maestría a la hora de utilizar la
luz en sus cuadros ("El fotógrafo Antonio García", "Una investigacion", "Desnudo de mujer", "Cosiendo la vela", etc).

Algunos de sus retratos reflejan la enorme influencia de Velazquez, como el antes mencionado "Desnudo de mujer" (homenaje a la "Venus del espejo").
E igualmente sorprende por su colorido el conjunto que realizó por encargo de la Hispanic Society of America, "Visiones de España", formado por 14 enormes paneles en los que retrata la España costumbrista, entre los que destaca "Castilla. La fiesta del pan" por sus grandes dimensiones (obra que tardó 8 años en culminar):

Quizás la faceta que menos me gustó fue la de paisajista.
Una exposición que a ratos se hizo pesada por la cantidad de visitantes; es lo que tiene asistir a una muestra tan aclamada. Me puso especialmente nerviosa una pareja de unos 65 años: a pesar de estar ambos pegados a los paneles donde explican con detalle cada cuadro la mujer se empeñaba en leer en voz alta al marido. Después del 3º cuadro pensé: o colleja o huida. Así que escapé a la otra punta de la sala. Aunque me quedé con las ganas de colleja.


Me gustó la puerta junto al claustro de los Jerónimos,
una estructura ramificada, en bronce de 8 m de altura,
obra de Cristina Iglesias.



Y para culminar un fin de semana cultural, nada mejor que una
buena comida para satisfacer a esos estómagos rugientes. La
casualidad nos llevó hasta la conocidísima Taberna La Daniela
(prometo regresar a probar sus famosas tortillas de patatas)
donde sólo Germán se atrevió con la especialidad de la casa
(aparte de la tortilla): el cocido madrileño.
Por mucho que nos insistió la camarera a ninguno de los 3 nos asistió el ánimo suficiente, considerando los trentaitantos grados que azotaban las calles de Madrid en ese momento.
Claro que no pude resistirme a probarlo al menos. Estupendo. Casi tan bueno como el de La bola. Sólo me falta el de Lhardy, será cuestión de hacer ruta de cocidos; pero prefiero dejarlo para el otoño...

11 comentarios:

Candela dijo...

ñamñamñamñamñam. Esperate a diciembre y te acompaño...

Lily dijo...

Yo descubrí a Sorolla cuando pude ver sus cuadros "en vivo", porque desde los libros no llamaba mi atención

anele dijo...

Oíííído cocina!! un cocidito para Candela. ¿Alguien más?

Lily, exactamente lo que siempre me pasó a mí. Nunca me llamó la atención, hasta ayer.

Inma dijo...

¡¡Yo, yo, yo!!! me apunto al cocido aunque hoy retomo mi dieta. De aquí a diciembre ya estaré estupenda otra vez XD.
Ah y me encantan las croquetas de Lhardy.
No conozco esa ruta de tabernas y ahora mismo las apunto, que eso me parece muy interesante.
El cuadro de Sorolla que has elegido me parece monumental. Una auténtica joya. A mí sí me gusta Sorolla, esa luz me trasmite mucha alegría de vivir, me parece música.

Cloti Montes dijo...

Pues me das una alegría porque como te podrás imaginar Sorolla es mi pintor favorito (me dedicó buena parte de su obra, jajaja)así que me voy ahora mismito a averiguar cuándo puedo verla.
¿Sabes que la Leibovitz está arruinada y va a tener que vender los derechos de sus fotos?
Bsssssssssssss
Cloti

anele dijo...

Cloti, pues antes se podían reservar por internet pero ya no.
La han prorrogado pero no recuerdo hasta qué día. Si puedes ir entre semana seguro que tienes más facilidad para encontrar entradas (te las dan con hora) así que date prisa porque no queda mucho y te tocará esperar bastante en la cola.

anele dijo...

En cuanto a lo de Leibovitz, lo único que se me ocurre es que haya sido por los gastos médicos para tratar la enfermedad que se llevó por delante a Susan Sontag (su pareja; ya sabemos todos lo barata que es la medicina en EEUU y lo bien cubiertos que están por los seguros!! Así que como fue una enfermedad bastan.
Porque si no , no me explico que siendo una de los fotografos mejor pagados derroche esas tremendas cantidades de dinero.

Geno dijo...

Me encantan las fotos y entiendo que os negarais al cocido¡con ese calor cualquiera se atreve, jejejeje!

BLAS dijo...

Me gustan muchos las fotos de Annie Leibovitz, de hecho creo que hay un libro suyo publicado y hace poco estuve tentada de empezar a buscarlo (y digo buscarlo, porque como lo encuentre me lo compro fijo). Son muy impactantes y originales. Además he oído hablar de esa exposición, y me habría gustado verla.
Por otro lado, Anele: ¿¿¿El Prado en Agosto????? Solo de pensar en la cola me entra una angustiaaaa... Aunque desde luego Sorolla merece la pena, a mí sí que me ha gustado desde siempre.
Respecto al cocido te repito la misma pregunta: ¿¿¿Cocido en Agosto?????? Ni Lhardi ni nada. No me tomo yo un cocido con todo el calor ni a punta de pistola. No veas los sudores que te debieron entrar luego.

Pero todo está bien si tú lo disfrutaste, que es lo que importa en el fondo ¿no? Pues hale!
¡¡Besos!!

anele dijo...

No, Blas!! si no fui yo, fue mi marido el que se comió el cocido.

BLAS dijo...

Pero lo probaste!! A mi me hubieran entrado sudores solo con tener el plato cerca...