Tal vez haya un sector del público que esperase un film sorprendente, con inesperados giros narrativos (es bastante previsible) y una novedosa trama (discúlpenme, para las innovadoras historias de ciencia ficción los 70-80 fueron únicos y a estas alturas pocos recursos quedan ya para dejarnos sorprender con MAYÚSCULAS). Son precisamente ellos quienes se sentirán defraudados y quienes pueblen la Red de críticas negativas.
Es evidente que la intención de J.J. Abrams no ha sido sorprender ni rodar un largometraje que vaya a engrosar la lista de los 50 imprescindibles de la historia del cine sino sencillamente rendir un homenaje a las películas juveniles de los 80 (y de paso al cine de serie B de los 50-60, aquellas producciones caseras rodadas con una cámara Super 8, con las que probablemente se iniciaron algunos de los cineastas hoy consagrados) que, como él mismo reconoce, tanto le influyeron. Habrá quien piense que no tiene ningún mérito. Puede que hasta tengan razón. Da igual.
Todo en ella recuerda inevitablemente a aquellas "pelis de pandillas", bien nutrida de los elementos típicos: joven pre-adolescente con problemas familiares, sensato y con visos de "héroe" prematuro acompañado de la "clásica" pandilla juvenil formada por el amigo gordito, el friki amante de los experimentos científicos, el feúcho, el mayor del grupo y, cómo no, la chica mona. Las bicis, el pueblo, las autoridades policiales y militares y el típico quión de aventuras con un misterio en el que los adultos deben ser dejados al márgen. Todo ello regado con algún que otro éxito musical de la época ("My Sharona", "Heart of Glass", The Cars) y supongo que una impecable banda sonora que cuenta con la firma de Michael Giacchino (y digo "supongo" porque lamentablemente me "meto" tanto en la historia cuando voy al cine, que la música siempre me pasa desapercibida; sólo fui consciente del tema musical de la escena final).
Con los típicos recursos escénicos de la época que tanto nos recuerdan al "estilo Spielberg" (aquí interviene como productor) y como colofón, una campaña de márketing basada precisamente en no revelar más de lo necesario para mantener el misterio sobre la cinta.
Típico, típico, típico. Nada nuevo. Hasta con algún que otro cartel de evidente corte ochentero.
Y quizás sea esto lo que precisamente me ha gustado: la posibilidad de dar marcha atrás en el tiempo y transformarme en una adolescente de 13 años sentada en la butaca de un cine de barrio. Volver a recordar a Elliot (dicen que algunas partes del guión se basan en ideas que nunca llegaron a utilizarse en "E.T."), a Mickey Walsh, y a muchos otros.
Una cinta sencilla y muy entretenida sin otra aspiración que la de recordar y homenajear y que nos arranca alguna que otra sonrisa nostálgica (-"¿qué es eso?" - "es un walkman; es como un estéreo").
Con dialogos fluídos y correctísimas interpretaciones infantiles (presiento que "la chica mona" dará que hablar), llamativos efectos especiales (impresionante la escena del descarrilamiento del tren, con la factura del tandem Spielberg-Ligth&Magic tan típico de los 80).
Me atrevería a decir (sin riesgo a equivocarme) que la película tiene mucho de autobiográfica para el director. Apuesto a que de niño rodaba pelis caseras y que tendría a sus padres hasta la coronilla (-"y te vendrá bien pasar un tiempo con niños que no van por ahí con cámaras y maquillaje de monstruos").
Una cinta para nostálgicos en la treintena, o como he oído por ahí: cine juvenil de mágica inocencia. Con los mismos fallos e imperfecciones de entonces, sólo que esta vez eran provocados. Yo sólo sé que decenas de escenas de Regreso al Futuro, El club de los cinco, Cuenta Conmigo, E.T. y Los Goonies bullen en mi cabeza desde anoche.
Es evidente que la intención de J.J. Abrams no ha sido sorprender ni rodar un largometraje que vaya a engrosar la lista de los 50 imprescindibles de la historia del cine sino sencillamente rendir un homenaje a las películas juveniles de los 80 (y de paso al cine de serie B de los 50-60, aquellas producciones caseras rodadas con una cámara Super 8, con las que probablemente se iniciaron algunos de los cineastas hoy consagrados) que, como él mismo reconoce, tanto le influyeron. Habrá quien piense que no tiene ningún mérito. Puede que hasta tengan razón. Da igual.
Todo en ella recuerda inevitablemente a aquellas "pelis de pandillas", bien nutrida de los elementos típicos: joven pre-adolescente con problemas familiares, sensato y con visos de "héroe" prematuro acompañado de la "clásica" pandilla juvenil formada por el amigo gordito, el friki amante de los experimentos científicos, el feúcho, el mayor del grupo y, cómo no, la chica mona. Las bicis, el pueblo, las autoridades policiales y militares y el típico quión de aventuras con un misterio en el que los adultos deben ser dejados al márgen. Todo ello regado con algún que otro éxito musical de la época ("My Sharona", "Heart of Glass", The Cars) y supongo que una impecable banda sonora que cuenta con la firma de Michael Giacchino (y digo "supongo" porque lamentablemente me "meto" tanto en la historia cuando voy al cine, que la música siempre me pasa desapercibida; sólo fui consciente del tema musical de la escena final).
Con los típicos recursos escénicos de la época que tanto nos recuerdan al "estilo Spielberg" (aquí interviene como productor) y como colofón, una campaña de márketing basada precisamente en no revelar más de lo necesario para mantener el misterio sobre la cinta.
Típico, típico, típico. Nada nuevo. Hasta con algún que otro cartel de evidente corte ochentero.
Y quizás sea esto lo que precisamente me ha gustado: la posibilidad de dar marcha atrás en el tiempo y transformarme en una adolescente de 13 años sentada en la butaca de un cine de barrio. Volver a recordar a Elliot (dicen que algunas partes del guión se basan en ideas que nunca llegaron a utilizarse en "E.T."), a Mickey Walsh, y a muchos otros.
Una cinta sencilla y muy entretenida sin otra aspiración que la de recordar y homenajear y que nos arranca alguna que otra sonrisa nostálgica (-"¿qué es eso?" - "es un walkman; es como un estéreo").
Con dialogos fluídos y correctísimas interpretaciones infantiles (presiento que "la chica mona" dará que hablar), llamativos efectos especiales (impresionante la escena del descarrilamiento del tren, con la factura del tandem Spielberg-Ligth&Magic tan típico de los 80).
Me atrevería a decir (sin riesgo a equivocarme) que la película tiene mucho de autobiográfica para el director. Apuesto a que de niño rodaba pelis caseras y que tendría a sus padres hasta la coronilla (-"y te vendrá bien pasar un tiempo con niños que no van por ahí con cámaras y maquillaje de monstruos").
Una cinta para nostálgicos en la treintena, o como he oído por ahí: cine juvenil de mágica inocencia. Con los mismos fallos e imperfecciones de entonces, sólo que esta vez eran provocados. Yo sólo sé que decenas de escenas de Regreso al Futuro, El club de los cinco, Cuenta Conmigo, E.T. y Los Goonies bullen en mi cabeza desde anoche.
link: entrevista con el director J.J.Abrams y con el productor Steven Spielberg
20 comentarios:
Tamaro puso en fb lo mismo que tú en el título así que la tengo apuntada para verla en familia que seguro que a mis hijos les encanta.
Bssss
Cloti
¡Qué casualidad! supongo que es inevitable tener en mente especialmente esas 2.
No lo dudes, seguro que les gustará.
Cine entretenido sin más pretensiones, aunque para nosotros con un valor añadido por los recuerdos que nos trae.
Pues me sorprendió enterarme de su argumento porque el anuncio de la tele, el cartel y hasta el título sugieren una peli de miedo (bueno vale, alo mejor solo a mi XDDD) Me la apunto que todas esas pelis ochenteras que nombras, me encantaron (ejem... aún me encantan, jajaja)
Evidentemente, no me la puedo perder. Este verano "inicié" a mi niño y mi sobri en su primer visionado de los Goonies. Fundamental, vaya!! Les encantó.
Voy a decir algo muy típico de nuestros padres o abuelos, pero es cierto: "Ya no se hacen pelis como aquellas".
Me encanto definitivamente me encanto, distraida, entrañable, con suspense, su trama y hasta con un coquito de terror, por ver ese alienigena, la recomiendo como tu?
Me gustó mucho. La atmósfera retro es genial :)
Geno, supongo que ese fue el problema: que el trailer despertaba mucha expectación, de ahí las críticas negativas que he leído. Parece que lo que no es superimpactante ya no merece la pena hoy en día. Te gustará.
Blas, no me parece frase de abuelo, es cierto que ya no se hace cine así, pero porque cada época tiene su estilo cinematográfico, ni mejor ni peor. Pero ese género ya no se estila. Seguro que a los chavales de hoy Los Goonies les parece "moñas". Personalmente, prefiero eso a las películas que te bombardean con mil fotogramas por segundo y luego están vacías. Pero es lo que "mola" hoy en día. Todo lo que se salga de ahí ya les resulta aburrido.
Betha, mujer, no desveles el misterio, ja, ja. Que muchos de los que van a comentar por aquí no saben qué transportaba el tren...
Verdad que está muy lograda, Myriam? Tiene todos los elementos típicos de aquellas películas.
Comparto sin duda la opinión de muchas de vosotras. Absolutamente entrañable, simpática y más que correcta. Ojalá se hicieran más pelis palomiteras de adolescentes cmo estas. No sorprende para nada, y de hecho creo que ni lo intenta. Creo que su objetivo es hacernos sentir "en casa", por senderos mil veces transitados, e incluso las ñoñerías de turno que esperamos con una sonrisilla.
Sí, es lo mismo, pero hasta lo mismo hay que saber hacerlo bien, y aunque no sea la peli de mi vida pasé un rato estupendo, con unos diálogos frescos y que arrancaban alguna que otra sonrisa, y unos actores adolescentes que no sólo no se hacen repelentes, sino que te los crees. Esas miradas, esas reacciones... Muy buenos actores (y muy bien escrito y dirigido), ¿eh? Todos hablan de la chica, pero el prota, ese híbrido perfectamente definido también por mí como Elliot/Mickey, creo que está perfecto.
Esos recuerdos de infancia y Super8 no son sólo de J.J.Abrams, sino de Spielberg.
Ah, y mola muchísimo ver una peli en la que aparece con letras grandísimas en los créditos alguien con el que has hablado más de una vez (Me refiero a Giacchino :D)
Y por cierto, que a nadie se le ocurra levantarse del asiento cuando empiecen los créditos, porque lo que sale... es sencillamente genial XD.
La llevo rumiando semanas pero de este fin de semana no pasa. Me has metido el gusanillo.
¿Verdad que sí, Elphaba? El problema de los detractores es que no han sabido entender que no se pretendía demostrar nada ni innovar. Coincido en lo de los chavales, que son muy naturales y "creíbles".
Me encanta este cine con sabor a "antiguo". Por cierto, ¿quién es ese Giacchino? XDDD
Y la sorpresa final está genial.
Inma, seguro que te gusta.
¿Giacchino? Te refieres a Michael (jajajaja), pues es uno que solía ir a comer y a tomar heladitos al mismo sitio que yo. Por aquí debo tener varias fotos con él XDDD (modo repelentísimo).
mmm... una crítica muy interesante, me dejas con las ganas, a esperar a verla en casa...
La tengo en mente desde que la vi anunciar. Ya casi está todo inventado y es muy dificil sorprender pero a veces lo más sencillo es lo mejor. No me cansaré nunca de ver Los Goonies, Regreso al futuro, etc... Después de leer tu post tengo aún más ganas de verla ;-)
Estoy un poco desconectada del cine pero tu crítica me ha gustado. Por lo que me pueda evocar de otras pelis, como dices, me animaré a verla.
Te escribo para comentarte que ya hay catas y cursos de chocolate en Madrid. El próximo comienza el día 17. Mira en www.dulceamargo.com
Saludos de El mundo del chocolate.
Por fiiiin. Mil gracias, Nerea. Tomo nota.
No se como se me ha pasado este post, ultimamente ando en las nubes... Que ganas tengo de verla!!!
Seguro que te gusta, Ruth. Ya me contarás.
Esta peli es un puntazo, a mi marido y a mi nos encanta Steve Spielberg de siempre, como diector o producto o lo que sea, tiene mucha ojo con las pelis y tienes razon, nos recuerda a nustros años de juventud.
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