Un libro puede ser cualquier cosa que nosotros queramos.
Puede ser un instrumento para viajar a otras culturas, a otras épocas, incluso a otros mundos.
Puede ser una vía de escape para huir del frenético día a día. Nuestro momento de relax.
Puede ser un pretexto para no aburrirnos en ese interminable viaje en metro o en autobús, camino del trabajo. Algo que rellene esos minutos cuando la opción alternativa es mirar al vacío y dejar pasar el tiempo.
Puede ser una forma de reflexión.
Puede ser un modo de aprender.
Estoooo, puede ser una forma de ocupar el tiempo por las mañanas, sentados en la taza del váter.
Puede ser una forma de vencer al insomnio. Y si fracasamos, al menos habremos disfrutado, en lugar de torturarnos atravesando con la mirada el reloj de la mesita de noche, viendo pasar las horas.
Puede ser una forma de escapar de la aburrida programación televisiva.
Puede ser una forma de sobrevivir. Ganarse la vida escribiendo historias para los demás.
Puede ser una forma de aliviar una convalecencia.
Puede ser una forma de compartir tiempo con nuestros hijos. ¿Quién no ha leído alguna vez un libro a un niño?
Y puede ser una forma de olvidar las bombas... auque sea sólo por un momento.
Ruinas de una librería londinense tras un bombardeo, octubre 1940
6 comentarios:
Ay qué lastimica... bueno, quizá es como tú dices y el pobre chico encontró consuelo en la lectura :)
Me ha emocionado!!!!!!!1
Bsssss
Cloti
Una foto magnífica que expresa mucho.
por asociación de ideas me ha venido a la mente la frase de "quien empieza quemando libros acaba quemando hombres".
Muy buenas tus palabras y la foto, cuanto menos, impactante
Eso espero, Myriam.
Besos también para ti, Cloti.
Preciosa, verdad, Elphaba? cuando la ví supe que tenía que inventarme algún post con ella.
Buena frase Chema, lapidaria y por desgracia no le falta razón. Los nazis empezaron quemando libros.
Muchas gracias, Geno. Sí que impacta la foto.
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