
¿Qué nos empuja a adoptar convicciones que escapan a la lógica? ¿Por qué hay cosas que se catalogan como inaceptables sin más?
Leí anteayer un artículo en el periódico que me dejó estupefacta.
Sábado 25 de julio. Una mujer sufre un accidente de tráfico y es trasladada en helicóptero al hospital. Está grave; sufre hemorragia peritoneal severa y tiene afectados el bazo y el hígado. Pudo haber sobrevivido; o quizás no. Tampoco dió muchas opciones: murió por pérdida de sangre.
La mujer, de 61 años, firmó un documento de voluntades anticipadas por el cual rehusaba recibir transfusión alguna.
Era Testigo de Jehová.
Que Dios le acoja en su seno porque su familia ya no podrá hacerlo.
Perdóname, pero no te entiendo. Para mí es como un suicidio. Un acto consciente y voluntario.
Y lo considero un acto de egoísmo. Porque me parece egoísta hacer pasar ese mal trago a una familia, porque es egoísta despreciar el mayor de los regalos que puede hacer un ser humano (su sangre y sus órganos) y porque es egoísta hacia un personal sanitario que dedica todo su esfuerzo en salvar vidas.
Entre los argumentos que defienden su postura ninguno se sostiene.
Aluden que muchas personas han enfermado o muerto precisamente por rebicir una transfusión. ¿Incompatibildades que un error médico pasó por alto? ¿Contaminaciones? De acuerdo, pero si una transfusión fuese la única salida y fueses a morir de todas formas... ¿acaso no merece la pena arriesgarse? ¿quemar el último cartucho? No es excusa.
También esgrimen que en la Biblia se prohibe comer o beber sangre. Puestos a ser estrictamente literales y a interpretar al pie de la letra: no es lo mismo beber sangre que transfundirla. Comer, beber, implica una "absorción" enteral (oral e intestinal) mientras que la transfusión NO implica absorción (no se atraviesan membranas), sino que implica una administración "parenteral".
Diferencia aclarada.
¿Por qué se prohibieron las transfusiones de sangre entre los Testigos de Jehová a partir de 1945? Es un hecho que se practicaban desde el s. XVII. Si la organización de los T. de Jehová fue fundada allá por 1880, ... ¿acaso los Testigos que recibieron transfusiones a lo largo de esos 60 años cometieron pecado? ¿se les puede acusar de haber agraviado con ello a Dios?
Según tengo entendido, la transfusión se castiga con la expulsión (actitud que encuentro incompatible con un comportamiento piadoso, religioso y tolerante).
Al parecer las vacunaciones también estuvieron prohibidas desde 1931 hasta 1952 y los transplantes desde 1967 hasta 1980. ¿Acaso dejaron de ser motivo de agravio de la noche a la mañana? ¿Demuestra eso que durante cerca de 20 años estuvieron equivocados? (por cierto, en el caso de que un trasplante necesite suministro sanguíneo... ¿cómo se resuelve el conflicto?).
Curiosamente he descubierto que existe una Asociación para la Reforma en el Asunto de la Sangre. Solicita que "cese el fuerte control interno y que incluyan en sus estatutos el que sus miembros tengan libertad de elección en este asunto, para sí mismos y para sus hijos, sin que se ejerza ningún tipo de sanción".
Eso sí casa con una actitud religiosa, piadosa y tolerante.
Por último me pregunto.... ¿y si todo hubiera transcurrido de modo tan apremiante que no hubiesen llegado a tener conocimiento de esas últimas voluntades y la transfusión se hubiera llevado a cabo? Probablemente se estaría enfrentando a la expulsión de la organización en este preciso instante.
Pero estaría viva.
Estarías viva.
Insisto, no te entiendo.