domingo, 18 de julio de 2010

CATALÁ-ROCA: MI TESORO

Esta primavera, en una de mis últimas visitas a una conocida librería del centro, me topé con una portada de libro que me hizo frenar en seco:

"Catalá-Roca. Obras Maestras"

..................."Señoritas por la Gran Vía. Madrid, ca. 1955"

Llevaba tiempo buscando un ejemplar del autor; lo mismo me daba la editorial, siempre y cuando me ofreciese jugosas fotografías impresas con calidad para satisfacer una de mis aficiones preferidas: la fotografía.

No hace falta decir que los ojos se me pusieron en blanco y que entré en una especie de éxtasis. Un resorte extendió mis brazos hasta alzarme con 2 kilos de excelente calidad gráfica.
Una vez en casa lo devoré con ansia. No podía esperar.

........................... "Casino de Cadaqués. Girona, 1953"

Este ejemplar de Obras Maestras de La Fábrica reproduce más de 200 fotografías del que fue uno de los mejores fotógrafos del país a principios y mediados del siglo pasado, acompañadas de una detallada biografía del autor.


. "Vendedor de letras de canciones. Calle Argentaria. Barcelona, ca. 1950"

Su "fotografía de calle" es todo un referente en la historia gráfica contemporánea y nos ofrece un retrato minucioso de la España del s. XX.

Francesc Catalá-Roca (Valls, 1922-Barcelona, 1998) llevaba la profesión en la sangre, y nunca mejor dicho. Su padre ganó una cámara en un sorteo organizado por la sucursal bancaria donde trabajaba y desde ese momento cambió su vida. En poco tiempo se convirtió en un profesioneal muy reputado, especializado en retratos, bodas, bautizos y comuniones, para dar el salto posteriormente a la publicidad.
Francesc comienza trabajando con su padre como ayudante, iniciando así una fulgurante carrera (aunque no exenta de vicisitudes, especialmente durante la Guerra Civil y la posguerra) que le llevaría a lo más alto y a conocer a figuras como Mercé Rodoreda, Robert Capa, Errol Flynn, Tapies, Miró (con quien le uniría una estrecha amistad), Dalí, Jean Cocteau, ...


Tras la Guerra trabaja durante un par de años como fotógrafo de cadáveres pasando después a la fotografía industrial y publicitaria. Pronto comienza a cosechar premios y a experimentar nuevas técnicas. En su primera exposición monta sus instantáneas sin paspartú ni cristal, afirma que deben presentarse sin artificios y sin enmarcarse, algo que va contracorriente respecto a los gustos de la época.
En 1954 comienza a colaborar con una editorial, realizando fotos para guías turísticas; Viaja a Cuenca en su Vespa y tanto le impresiona el viaje que inicia una serie de viajes por España durante varias décadas (siempre en su moto, que a finales de los 50 cambiaría por un 600) "descubriendo los rincones de un país envejecido, antiguo y encerrado en su pasado".

................. "Excursión por el Ensanche. Barcelona, ca. 1970"

"Me dí cuenta de que estaba siendo testigo de cosas que desaparecían rápidamente, lo presentía". Es contrario a preparar las instantáneas, le gusta captar la realidad tal y como es; sostiene que maipular una imagen contradice la verdadera naturaleza de la fotografía. Según una compañera de profesión, Catalá-Roca "usaba una caja de cerillas como regla de márgenes, nunca llevaba reloj y calculaba los segundos de exposición diciendo Kodak-kodak-kodak (cada kodak equivalía a 1 segundo)".

.............................. "Calle Alcalá. Madrid, ca. 1955"

Años después comienza a realizar documentales turísticos, comprándose una cámara de vídeo y produciendo una serie ("Conozca usted España") para Televisión Española. Una docena de películas de 10 min de duración que recorren la geografía nacional.
Sus trabajos turísticos acaban haciéndole merecedor de la Medalla al Mérito Turístico en 1967, condecoración entregada por el Ministerio de Información y Turismo.

................................. "El piropo. Sevilla, 1959"

Ingresado por una dolencia cardíaca, Catalá-Roca realizará su última fotografía en 1997 desde la cama del hospital, mostrando la visión desde su ventana. Fotógrafo hasta el final. Meses después fallecería víctima de un ataque cardíaco.

......... "Azafata saliendo del metro de la Gran Vía. Madrid, ca. 1955"

Su viejo estudio, en la Travesera de Dalt, atesora más de 200.000 negativos. No hay carteles que anuncien su presencia, así Catalá-Roca evitaba a los clientes con propuestas que no le interesaban.

.............. "Esperando el Gordo. Puerta del Sol, Madrid, 1952"


................................. "Reflejo de la catedral"

....................... "Policía Municipal. Madrid, 1953"

......................................"Autoretrato"

¿No conocíais a este magnífico artista? Apuesto a que la mayoría conoce esta imagen:

En 1956 fotografía la ciudad de Madrid por encargo de la Editorial Destino, y en ese recorrido inmortaliza la imagen de un padre y su hijo en una calle brumosa; la foto sería utilizada para la portada de un best-seller que, paradójicamente, transcurre en Barcelona.


Habrá que estar pendientes de los próximos lanzamientos de La Fábrica.

Este libro es un tesoro. Mi tesoro.

8 comentarios:

Cloti Montes dijo...

Todo el post es taaaaan interesante que me parece ridículo por mi parte hacer referencia al par de cosas que me ha llamado la atención, qué le voy a hacer, pero lo de ser fotógrafo de muertos y que la portada de LSDV sea Madrid me han dado mucha risa. Ninguna de las dos cosas son novedad pero no quita para que me ría. XDD
Bsssssss
Cloti
Siempre hay libros de fotografía en mi biblio y nunca me ha dado por echar un vistazo. Me has animado.

Candela dijo...

Qué preciosidad! Un libro de sobremesa imprescindible! Me lo apunto! A ver si lo encuentro por Ebay.
Lo de la fotografia del libro, no lo sabía. Pero es que mi libro no tiene ese cover, que lo compré en inglés para que lo leyera Jay... ¡Y no lo ha leído!!

Bruno Taut dijo...

Entrada preciosa. Català Roca es de los grandes.

¡Ay! Esos blancos y negros tan maravillosos... Y me temo que se pierde, que ya apenas se usa.

Me pregunto si iba con esa cámara de placas a todas partes o acabó por usar el pase universal de 35 mm o, al menos, el formato medio.

BT

anele dijo...

Pues según el libro, Bruno, una de sus primeras cámaras era de placas. Y viendo lo tradiciona que era, he de suponer que le sacó partido durante muuuuchos años. Y si bien al principio renegó de la fotografía en color, terminó por aceptarla.
Personalmente, me gusta más el b/n, pero es evidente que depende del tipo de instantánea.Hay fotos maravillosas en color también.

Cloti, anímate. Nunca me había interesado la fotografía hasta que un amigo, a los 16 años, me propuso ir a una exposición. Desde entonces me "enganché" y me apunto a todas las que puedo. Ni entiendo ni conozco la teoría,los modelos, la técnica... soy una mera espectadora, pero me chifla.

Ruth, si te gusta la fotografía, te encantará el libro. Es una excelente inversión.

A ver si me animo y escribo otra entrada sobre el "ladrillazo" (pesa aún más que éste) de Magnum que me regaló Germán hace 4 años.

Geno dijo...

Unas fotos preciosas ¡menudo libro para perderse, jejejej! Curioso lo de la portada del libro, no tenía ni idea

chema dijo...

me han gustado mucho esas fotos porque reflejan el día a día de aquella época: cómo eran las ciudades, cómo vestía la gente... en los años 50. y son de muy buena calidad, sin utilizar técnicas muy sofisticadas. tiene que ser muy interesante ese libro, se te ve muy contenta con él y no me extraña.

Myriam dijo...

Un maestro

Susana dijo...

Me han encantado las fotos. Siempre me ha gustado muchisimo el gusto que tienes para las fotos, Anele. "Decoras" tus posts, sean del tema que sea siempre con fotos bellísimas y muy bien escogidas. Ahora ya sé, que te fijas en buenos maestros...