ANGELES Y DEMONIOS

¿Realmente tengo derecho a sentirme indignada?
A lo mejor no es para tanto.

No es que yo sea una de esas puristas que no toleran la más mínima licencia por parte del guionista o director al adaptar una novela al cine. No pretendo encontrarme un calco ni me molesta que corten algún pasaje literario por reducir el metraje. Estoy de acuerdo en que a veces resulta inevitable "sacrificar" algún fragmento o personaje.

Pero dudo si realmente la película que he visto se corresponde con el libro que terminé de leer hace dos semanas. Aquí el guionista se ha dedicado a dar tijeretazos a diestro y siniestro.

Vale que cambien los Ferrari por los Lancia Delta (entiendo que obedezca a temas de "esponsorización"), que edulcoren tanto el carácter del hassasin (¿dónde fue a parar ese asesino sin remordimientos que parecía nacido para matar?) o le cambien la nacionalidad, al fin y al cabo no influye tanto en el desarrollo de la trama.
Vale que le cambien el modelito a lo Lara Croft a Vittoria Vetra y en lugar de unos sensuales shorts y camiseta sin mangas la vistan como si fuera a asistir a una procesión de Semana Santa. Pase que transformen la precuela en secuela (hay quien ve en ello una clara intención de disculpa hacia la Iglesia por El Código DaVinci).

Atención: spoiler.

Pero no entiendo que por mucha dificultad que tengan en resumir en 2 horas un libro medianamente extenso se carguen, no a 2 sino a varios personajes que sí tienen "relativa" influencia en la trama : el reportero Glick; el director del CERN-Maximilian Kohler- "tan" importante en los últimos capítulos (suplantado en el film por el comandante de la guardia Suiza); ¿y qué fue del padre de la antimateria y mentor de Vittoria, Leonardo Vetra? víctima del primer sello"- ¡¡el sello, por Dios!!- y motivo del encolerizamiento de la srta. Vetra, que tan comedida aparece en la pantalla...
Eso por no hablar del secretismo del proyecto, del cambio de nacionalidad (Palermo-Ulster) e infancia del camarlengo Ventresca (oops!, perdón, del camarlengo McKenna), del secuestro de la srta. Vetra y de la famosa escena del helicóptero, etc...
O rayando en la paranoia, que se salve el último cardenal, que el sello no tenga absolutamente nada que ver con el libro o que el papa elegido no sea Mortati (claro que en la película ni siquiera se llama Mortati).

Fin del spoiler.

¡¡Pero si han cambiado hasta la rima del libro de Galileo que les sirve para seguir las pistas del Sendero de la Iluminación!!

En fin, una adaptación bastante floja para mi gusto, que no profundiza en absoluto en los personajes (vale, ya sé que no les sobra el tiempo), con una clara falta de química entre la pareja protagonista, con un guión flojo que no logra transmitir la misma tensión que el libro y un doblaje al castellano de juzgado de guardia (¿por qué ese empeño en hablar con acento extranjero para dar credibilidad?).

Cuenta tan atropelladamente la historia que me pregunto si el espectador se entera realmente de la trama; todo por darle un ritmo trepidante (eso al menos lo consigue). Aún así se agradece que mitiguen levemente las fantasmadas finales del libro (la llegada de Langdon a la isla Tiberina o la escena de Ventresca en el balcón).

Aunque no todo van a ser críticas negativas. Supongo que si no hubiera leído el libro me hubiera gustado más pero ya se sabe que las comparaciones son odiosas. Al menos tiene buena fotografía y música, buen ritmo y en definitiva consigue entretener. Que no es poco.