domingo, 5 de diciembre de 2010

CAPA

Mi marido es un impaciente; es un hecho probado. Como lo demuestra una vez más que me haya hecho entrega (en lugar de esperar 20 días) de un libro que compró anteayer y que ya le estaba quemando las manos. Por más que supliqué que esperara no hubo forma de convencerlo.

Así que aquí estoy, relamiéndome con un Phaidon de 571 páginas (por cierto, aprovecho un inciso para alabar los libros del VIPS; siempre que me dejo caer por una de sus tiendas no puedo evitar la tentación de pasearme entre ellos, me atraen como un imán, incluso los que tratan sobre temas que no me interesan).

Conocedor de mi afición por la fotografía, me trajo un ejemplar de uno de los fotógrafos más emblemáticos del siglo XX. Todo un referente en la historia del fotoperiodismo.

Entre su biógrafo Richard Whelan y su hermano Cornell Capa (fotógrafo de la prestigiosa revista Life) han seleccionado las 937 instantáneas (qué gozada) que ilustran este ejemplar, precedidas por una breve biografía que da paso al despliegue, en orden cronológico, de sus estupendas imágenes,muchas de las cuales (como explica su hermano) no han sido difundidas ni exhibidas ampliamente.
Nacido en Budapest en 1913, Endre Friedmann (el primero de los varios nombres que empleó a lo largo de su vida) fue un joven aventurero y muy sociable, con una sorprendente habilidad para conseguir mercancías inalcanzables en tiempos de escasez y un narrador excepcional.

Sus inquietudes culturales, sociales y políticas le hicieron soñar con el periodismo, pero el ambiente político húngaro no era el más propicio para los sueños universitarios de un joven judío.


En 1931 fue visto manteniendo una conversación con un hombre que reclutaba afiliados al Partido Comunista y aunque Endre no se incorporó a sus filas, esa misma noche fue arrestado por la policía secreta. Milagros de la casualidad, la esposa de uno de los jefes de policía era clienta asidua de la elegante sastrería de los Friedmann, de modo que fue puesto en libertad con la condición de que abandonara el país. El joven de 17 años acababa de convertirse en un exiliado político.

Comienza finalmente sus estudios de periodismo en Berlín en otoño del 31, pero la Depresión del 29 acabó arrastrando al negocio familiar y tuvo que comenzar a trabajar. Consigue colocarse como ayudante en una importante agencia fotográfica, cuyo director, consciente del potencial del joven, le envía a cubrir pequeños sucesos que terminan perfilando la que será su profesión definitiva.


El nombramiento de Hitler como canciller de Alemania en 1933 le impulsa a abandonar el país. Viena, Budapest, Paris... Es en la ciudad de las luces donde conoce a Kertèsz, un reputado fotógrafo que lo acoge como a un hijo. Pronto descubriría la versatilidad de la nueva Leica, portátil y discreta, que lo acompañaría de por vida.
Y es allí donde conoce a otro de los grandes, por entonces un joven burgués francés llamado Henri Cartier-Bresson.


A pesar de su talento, sus comienzos son difíciles y como le relata a su madre en una carta en 1935: "Tengo que meterme en el cine porque en la fotografía no tengo futuro". Su rudimentario francés tampoco ayudaba y los editores eran reticentes ante éste hecho. Otro escollo añadido era la presencia en París de un fotógrafo ya establecido de nombre Georges Friedmann, lo que creaba confusión por la coincidencia de los apellidos. Es entonces cuando Endre (que por entonces había cambiado su nombre por el de André) y su novia, la alemana Gerda Taro, deciden en 1936 inventarse a un elegante y reputado fotógrafo americano: acababa de nacer ROBERT CAPA.

Gerda visitaba a los editores y les hacía ver que al venderles las fotografías del reputado Capa en realidad les estaba haciendo un favor; ellos, impresionados, picaban el anzuelo.
Su implicación como reportero en la Guerra Civil fue absoluta: cubrió los frentes en Madrid, Andalucía, Segovia... sus fotos y las anécdotas que trasladó a su amigo Ernest Hemingway proporcionaron al escritor numerosos detalles que empleó en su novela "Por quién doblan las campanas".
En julio de 1937, Gerda Taro acude a cubrir la batalla de Brunete. Fue arrollada por un tanque republicano en un desgraciado accidente al caer del estribo del coche en el que emprendió la huída. Tenía 27 años.

Capa viajó a EEUU, donde habían emogrado su madre y su hermano Kornel. Poco después fue contratado por la prestigiosa revista Life, iniciando una colaboración que duraría varios años.



La invasión japonesa en China, la campaña presidencial en México, los bombardeos alemanes en Londres, combates en los frentes del norte de África, Sicilia o Francia... aunque ningún reportaje tan famoso como el que realizó en la playa de Omaha el Día D, donde desembarcó en compañía de los soldados de la Compañía E. Una hazaña que merece un post aparte.

La liberación de París fue otro de sus grandes momentos personales: "Me parecía que esta entrada en París había sido hecha especialmente para mí. En un tanque construído por los estadounidenses que me habían aceptado, acompañado por los españoles republicanos con quienes había luchado contra el fascismo hacía años, volvía a París-la hermosa ciudad donde aprendí a comer, beber y amar. (...) A última hora de la tarde, París quedó liberado".


Y fue allí donde estableció su base de operaciones el resto de su vida. Allí conoció a Ingrid Bergman en junio de 1945 y allí se enamoraron.
La sombra de Gerda y el peligro que corría en sus reportajes pusieron siempre freno a un posible marimonio.
Cortejó la industria hollywoodiense acompañando a Ingrid en sus rodajes y soñando en convertirse en director-productor mientras escribía "Slightly Out Of Focus" (con la esperanza de convertirlo en guión); inclusó representó un pequeño papel (un criado egipcio) en el film "Tentación" junto a su amigo Charles Korvin. Pero meses después abandonó la industria, decepcionado.

En 1947, junto con Cartier-Bresson y David Seymour ("Chim"), George Rodger y William Vandivert funda Magnum, una de las más afamadas agencias fotográficas del mundo.
Su entusiasmo era palpable y apostaba fuerte por los jóvenes fotógrafos, a quienes llegaba a prestar dinero mientras dirigía las oficinas de NY y París.
Comenzó a escribir artículos para revistas y colaboraciones con escritores amigos, disfrutando de una etapa relajada y repleta de viajes hasta que la sombra del comunismo planeó de nuevo sobre él, propiciando que una falsa sospecha impulsara al gobierno estadounidense a retirarle el pasaporte obligándole a permanecer en Francia sin posibilidad de viajar por trabajo.

Le ofrecieron un trabajo en Japón durante 6 semanas, encargo que emprendió con mucha ilusión pero que se vió interrumpido irremediablemente. Life tenía contratado a un fotógrafo para cubrir la guerra entre Francia e Indochina pero éste tuvo que regresar inesperadamente, por lo que pensaron en Capa para cubrir la vacante. Sus reticencias iniciales dieron paso a una decisión más pragmática: necesitaba el dinero.

Llegó a Hanoi el 2 de mayo de 1954 pero "la historia se ha acabado sin darme ni tiempo a coger las cámaras". Sin embargo, decidió quedarse a cubrir la evacuación de los soldados y aceptó la invitación del general Cogny: pretendían evacuar dos pequeños fuertes cerca de Namdhin (Indochina) y volarlos cuando el convoy estuviera convenientmente alejado. La comitiva fue interrumpida por minas y francotiradores en varias ocasiones a lo largo del día.

Capa aprovechó una de las paradas para fotografiar un grupo de soldados que avanzaban entre la hierba, precedidos por un pelotón con detectores de minas. Fue su última instantánea. Al avanzar por un terraplén para captar las imágenes, pisó una mina antipersona. Su Nikon salió disparada a varios metros.

11 comentarios:

Candela. dijo...

Ya sabes que esa foto del miliciano no es autentica, no?

anele dijo...

Hay mucha controversia acerca de su veracidad y de su correcta ubicación; según su biógrafo y su hermano la foto es real.
Cuando se le preguntó sobre ella, el propio Capa respondió: "No hay que usar trucos para hacer fotos en España. No hay que posar. Las fotos están allí mismo. Vas y las haces. La verdad es la mejor foto, la mejor propaganda".

Yo ni quito ni pongo. No veo por qué debo dar crédito a unos en lugar de otros así que prefiero pensar que es real. Aunque no lo sea, la situación sigue siendo verosímil.

Elphaba dijo...

Buenas intenciones aparte, a mí me chafan un regalo de navidad dándomelo antes de tiempo y le estampo el libro en el coco!!

Aparte de eso, buen libro!

anele dijo...

Uy, Elphaba, que éste pesa una barbaridad... me veo llevándole a urgencias!!
Menos mal que no estaba en la lista de los Reyes, así que al menos ha sido una sorpresa.

Candela dijo...

Hay un documental muy reciente donde se "prueba" que la foto no es real. En el wikipedia español no pone nada, pero en la version original, si, y tambien en este articulo:
http://www.telegraph.co.uk/news/worldnews/europe/spain/3042469/Robert-Capa-faked-war-photo-new-evidence-produced.html
Y aqui el wiki:
http://en.wikipedia.org/wiki/The_Falling_Soldier

El documental esta muy bien, por cierto, el de La Sobra del Iceberg.
La cuestion de si es falsa o no es irrelevante, la cuestion es que la fotografia es buena, preparada o no.

anele dijo...

Voy a cenar, pero luego me paso a ver el enlace.

A mí me han enviado otro justo al contrario,que afirma que no está trucada:

http://www.fotomaf.com/blog/30/06/2007/el-miliciano-de-robert-capa/

Supongo que las opiniones a favor y en contra se reproducen hasta el infinito y más allá...

Anónimo dijo...

En todo caso este tío era un genio. debes estar como loca con tu regalo adelantado. Perdónalo que la impaciencia siempre debe perdonarse.
Inma

Geno dijo...

¡Un regalazo! No me extraña que no esperara a dartelo pero y ahora en Papá Noel ¿qué? Mecachis! XDDDD

anele dijo...

Sí, Inma, me encantó el regalo.
Tranqui Geno, que Papá Noel tendrá que buscar regalo alternativo.

chema dijo...

anele, muy interesante la historia de este fotógrafo.
al leer que cubrió la guerra civil, me ha venido a la mente una frase que leí una vez, que decía que la guerra civil española ha´bía sido un ensayo de la 2ª guerra mundial, al haber prestado ayuda logística y militar a los bandos nacional y republicano las potencias afines a ambas ideologías...
hizo un gran trabajo documental. lástima que muriera en vietnam de una manera tan fortuita e injusta...

COILET dijo...

Muy interesante la biografía y muy bien estructurada, me ha encantado!!