El mes pasado me regalé otra visita al teatro, aunque confieso que acudí con ciertas reservas. Me encanta Delibes, pero un monólogo de 2 horas se me antojaba un poco arriesgado (¿se hará pesado?) pero mi gran afición por el teatro, por el autor y por la fama que precede al texto me impidieron dar marcha atrás.
El primer escollo contra el que ha tenido que luchar Natalia Millán es la memoria. La misma que evoca el rostro de Lola Herrera al pie de un féretro 30 años atrás. Su Carmen Sotillo será recordada por una magistral interpretación y ahora Millán toma el relevo con cautela. Un desafío considerable, así que imagino las dudas y los nervios de la actriz ante las posibles ( e inevitables) comparaciones.
Pero sus temores (si alguno tuvo) eran infundados: la nueva viuda está a la altura de su predecesora.
Me encontré con un guión fluido que hace que el tiempo avance sin pasar factura (en absoluto se me hizo pesado) interpretado con naturalidad por una gran actriz (no hay nada que me desagrade más que un actor sobreactuando). Magnífica Natalia Millán, te sumerge en el papel y en la historia haciéndote partícipe de sus dudas, sus fantasmas y sus recuerdos.
Y me encontré con un guión más cómico de lo esperado. Supongo que en el contexto real de la historia, en una época reprimida y fría, ese tono divertido brillaba por su ausencia. Sencillamente, maldita la gracia que tenía. Pero visto en la distancia que han marcado las décadas, resulta levemente divertido y más dramático aún si cabe por ello. Una dualidad que casa a la perfección.
El texto analiza magistralmente la sociedad de los años 60 y profundiza en el personaje como sólo Delibes sabe hacer.Y para terminar, un simpático guiño. Buscando imágenes para ilustrar el post me encontré con esta divertida imágen de una Carmen Sotillo muy distinta a la que estamos acostumbrados (vista aquí). Espero que os guste.
4 comentarios:
Jajaja, me encantan los Playmobil. :)
¿Te lo habías leído antes? Lo pregunto porque a mí siempre me ha parecido cómico (¿tragicómico?), o sarcástico. Desde luego siempre he tenido clarísimo que era mi obra favorita de Delibes y los playmobil son lo más :)))))
Bssss
Cloti
Nunca lo he leido aunqeu siempre he tenido curiosidad pero no se me ha presentado al ocasión. Como obra de teatro tendría las mismas reservas que tú. No sabía que Natalia Millán sustituia a Lola Herrera.
La escena de los playmobil es genial XDDDD
Está simpática la escena, ¿verdad Myriam?
Cloti, éste curiosamente no lo había leído, y tenía el concepto equivocado de que era muy dramática y muy seria. Craso error. Es fantástica; la recomiendo.
Geno, si va por allí de gira no dudes en ir a verla.
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